Discapacidades 3



HIPOACUSIA

La hipoacusia es la disminución de la sensibilidad auditiva, que puede darse bien en un solo oído o bien en ambos. El lenguaje nos permite a las personas realizar la comunicación a distancia y a través del tiempo, además de haber tenido una participación decisiva en el desarrollo de la sociedad y de sus numerosas culturas.El lenguaje es una vía principal para el aprendizaje de los niños y desempeña un papel central en el pensamiento y el conocimiento. Siendo el habla el medio de comunicación fundamental en la mayoría de las familias, la sordera es un impedimento grave cuyos efectos afectan en gran medida la posibilidad de hablar. Todos los estudios realizados sobre este tema demuestran que las personas con hipoacusia padecen retraso en el lenguaje y académico, y tienen peores expectativas laborales y profesionales.



SÍNDROME DE USHER

El Síndrome de Usher causa una pérdida grave de la audición y retinitis pigmentosa, además de un trastorno ocular que causa un deterioro de la visión con el tiempo. Existen tres tipos de Síndrome de Usher (I, II y III). Las personas que padecen el primer tipo tienen hipoacusia neurosensosial congénita profunda-severa, arreflexia o hiporreflexia vestibular y retinosis pigmentaria, además de ser sordomudos desde el nacimiento. El de tipo II se caracteriza por sordera moderada-severa, función vestibular normal y una aparición de la degeneración retiniana más tardía. El Síndrome de Usher tipo III es la forma menos frecuente de la enfermedad en la que la retinosis pigmentaria se asocia junto con una pérdida auditiva progresiva, siendo la disfunción vestibular de carácter variable.



PRESBIACUSIA

La presbiacusia es la pérdida progresiva de la capacidad auditiva y que se debe al deterioro producido en el sistema auditivo. Se trata de una evolución natural del canal auditivo, que va perdiendo facultades progresivamente como consecuencia del desgaste de todos los órganos en general. Se produce por un deterioro progresivo del oído interno a causa de la edad, además de otros factores que potencian su aparición, como traumatismos, infecciones auditivas, hipertensión, diabetes u otro tipo de enfermedades.




SÍNDROME DE PRADER WILLI

El Síndrome de Prader Willi (PWS) es una enfermedad caracterizada por obesidad con hipotonía e hipogenitalismo, acromicria y retraso mental. La hipotonía es severa en la época neonatal, conlleva infecciones respiratorias y problemas de alimentación. La obesidad se inicia entre los 6 meses y los 6 años. Existe un fenotipo conductual muy característico; en los primeros años de vida son niños alegres y bonachones. En la segunda infancia empiezan los problemas de comportamiento, se vuelven obstinados, tienen tópicos de lenguaje que repiten muy a menudo y son frecuentes los accesos de cólera. Puede aparecer diabetes no cetógena. El coeficiente intelectual es variable, sin que se pueda descartar la existencia de retraso mental que puede ser variable. Se trata de una enfermedad sistémica con variabilidad en la expresión clínica. Frecuencia estimada en población general 1/15.000 a 1/25.000 recién nacidos vivos.




PSICOSIS ORGÁNICA

La psicosis orgánica surge como consecuencia de una lesión, una intoxicación o un trauma que cause daños físicos al cerebro. Es un trastorno mental que hace que el individuo que lo sufre pierda el contacto con la realidad y sufra diversas alteraciones. Cuando un episodio psicótico tiene lugar, la persona pierde la habilidad de dilucidar entre lo que es real y lo que no lo es, y tiene la convicción de que lo que oye, ve y siente forma parte de la realidad objetiva. Asimismo, se produce una desintegración de la personalidad.

La psicosis orgánica es una enfermedad mental con un origen físico. Puede ser causada por una enfermedad del cerebro, como una embolia, un tumor o una infección, o una enfermedad más general que cause daño indirecto al cerebro. El abuso de sustancias como el alcohol, los fármacos y las drogas también pueden causar una psicosis orgánica, que puede desaparecer si la enfermedad original es tratada.


ATAXIA DE FRIEDREICH

La Ataxia de Friedreich es una enfermedad hereditaria con un patrón de herencia autosómica recesiva. Es una enfermedad neurodegenerativa que causa en quienes la padecen un deterioro progresivo del cerebelo y ganglios espinales dorsales. Esta degeneración provoca en los afectados una pérdida progresiva de muchas de las funciones necesarias para la utonomía personal: pérdida de la sensibilidad, descoordinación en los movimientos, escoliosis, disfagia, disartria, inmunodeficiencia, radiosensibilidad, y predisposición al cáncer y en muchos casos diabetes y problemas cardíacos graves, causantes de la muerte en la mayoría de los casos. Los afectados por esta enfermedad, en un tiempo más o menos corto, se ven obligados a utilizar una silla de ruedas y, progresivamente, cada día más, a depender de la atenciones y cuidados de sus familiares, pues acaban perdiendo toda autonomía personal.



Autora de esta parte: Luna Barrero Medina

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